Allá por los años 80 en mi pueblo Castuera y siendo unos niños empezamos a oír Extremoduro. Escuchábamos las leyendas del "malvado" Robe Iniesta y la leyenda fue creciendo con el paso de los años y con sus idas de ollas. Un rebelde con miles de causas. Hoy en día le hubieran llevado al tribunal supremo, con aquella mítica portada de su disco: Yo, minoría absoluta.

Cuándo era adolescente no tenía dinero suficiente para acudir a sus conciertos (había otras necesidades en casa). Ya de más mayor al fin conseguí ir a verlos a Sevilla con mi hermana. ¡Era un sueño cumplido! Más tarde llegó la separación, triste noticia. Pero siempre vivimos con la ilusión de que Uoho y él se reconciliasen...¡Así fue! Peleamos por tener las entradas para esa gira, siempre que se anunciaba día de venta de entrada

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