El concreto fue la base que sostuvo al Imperio Romano. Gracias a él surgieron edificios, puentes y acueductos que aún hoy, dos milenios después, continúan en pie. En 2023, el profesor asociado del MIT Admir Masic y su equipo publicaron una investigación que describía la clave detrás de esa sorprendente longevidad : un método de fabricación conocido como hot-mixing , o mezcla en caliente.

Este proceso consistía en mezclar fragmentos de cal con ceniza volcánica y otros ingredientes secos antes de agregar agua . El contacto con el agua generaba calor y atrapaba pequeñas piezas de cal altamente reactivas. Con el tiempo, cuando aparecían grietas, estas “clastos” se disolvían y sellaban las fisuras, otorgando al concreto una propiedad de autorreparación que le permitió sobrevivir terremo

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