Con la emoción a flor de piel María Corina Machado se colocaba el pelo detrás de las orejas antes de salir al balcón del Gran Hotel de Oslo. A los pies de ese balcón, cientos de seguidores de la líder opositora venezolana la esperaban. "¿Puedo salir?", pregunta en inglés a alguien detrás de la cámara y tras su afirmación, un rugido de vítores le saludan. "¡Valiente!", "María, ¡lo lograste!", fueron algunas de las palabras que le gritaban.

La galardonada del Nobel de la Paz reacciona atónita ante el recibimiento. Saluda, se lleva las manos al pecho en señal de agradecimiento y avisa de que va a bajar a la calle a saludar. La reciben con abrazos y llantos.

Para llegar a Oslo, la opositora venezolana emprendió su viaje el martes, según han revelado funcionarios estadounidenses a The Wall St

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