En las celebraciones navideñas de México, el Nacimiento o Belén se erige como un símbolo fundamental de la identidad cultural y religiosa, fusionando tradiciones cristianas con expresiones populares que han evolucionado a lo largo de los siglos.

Este montaje, más allá de su función ornamental, transmite valores espirituales , familiares y comunitarios que se perpetúan de generación en generación, según especialistas en cultura y antropología mexicana.

La disposición de cada figura en el nacimiento responde a un propósito específico, y su significado trasciende lo decorativo para convertirse en un reflejo de la cosmovisión nacional.

Un elemento distintivo de la tradición mexicana es la inclusión del diablito , figura que se coloca alejada del pesebre y cuya presencia no respo

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