En 2026 la región no puede caer en la misma trampa de cada cuatro años.

De senadores que negocian los votos con dirigentes locales, hacen la pantomima con reuniones y compromisos falaces, y luego de obtener la curul, no regresan a Tolima, y escurren el bulto con indiferencia o simple descaro.

Montan sedes por pocas semanas, ensucian las calles con publicidad y al final se van debiendo desde arriendos, artes gráficas, cuñas radiales y hasta proveedores de tamales y lechona. Incluso compran votos de manera descarada, cogen al más pendejo (si los llegan a pillar) y ellos siguen orondos como si nada, con patente de corso para seguir delinquiendo.

Corrompidos también son los caciques locales que a cambio de dinero, contratos u otras dádivas, venden al electorado a este tipo de dirigentes q

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