Según recoge Lecturas , "seguiremos luchando solo por dignidad y hasta que nuestro cuerpo aguante”. Kiko Hernández y su marido pasan por una situación límite. La pareja se encuentra en huelga de hambre por el cierre repentino de su local en Melilla. Encadenados a las puertas del negocio, reclaman una respuesta por parte de las autoridades.
“ Más de 500.000 euros invertidos en un local donde no nos dejan entrar ni para recuperar cosas personales”, explican. “Material escolar de las peques, ordenadores, medicación… Esto jamás pensaba que lo viviría en la vida”. Hernández dejaba todos sus compromisos profesionales en Madrid para unirse a la lucha de su marido.
La pareja está en un momento límite . El negocio que abrieron hace poco más de un año era no solo su gran ilusión, sino

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