El caso de Simona no es muy diferente al que viven muchos perros: perros grandes, invisibles, olvidados y mutilados. Porque a pesar de estar prohibido, aún hay personas que cortan las orejas y el rabo de los perros de forma ilegal, en casa, sin conocimiento y en malas condiciones. El resultado: animales que tienen que vivir sin apéndices.

Simona es un ejemplo de ello, pero sigue siendo igual de guapa y por eso busca una familia que entienda sus limitaciones (tiene una pata mal), si es posible con patio o jardín, porque debido a su tamaño necesita espacio. ¿Quieres conocer a Simona?

Y recuerda: acoge, adopta. Dona mantas, toallas, jerseys, alfombras... a las protectoras de animales para el invierno. Es un mensaje de Amparanimals, en Castilla-La Mancha Media.

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