En la nada discreta altivez de la literatura, la elegancia suele también vestirnos con su gabardina.

En la película “Casablanca”: ¿Albert Bogart o Humphrey Camus?

Por la trascendencia de sus pronunciamientos —memoria viva de su perfil—, el autor de “El primer hombre” y “El extranjero”, insubordinado en lo político y lo filosófico —materias sediciosas, llevadas más allá de la escritura—permanece en la franca tentativa de la acción, certeza firme de su vocación rebelde.

Al mucho Sol —con la Argelia de su niñez bajo las bombas—, al mucho frío —con el Berlín bloqueado por los soviéticos—, al mucho éxito —asqueado por el odio interpuesto al amor y el espíritu— le seguirá el Nobel de Literatura.

Es 1957, demasiado joven aún, y en la trastienda de los fantasmas —resguardo de los escritores de

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