El pianista ruso Alexander Pashkov no tuvo el menor inconveniente en ofrecer su concierto final en la penumbra, apenas iluminado por ocho veladoras, y así clausurar el Segundo Festival de Piano Fortepiano 2026 celebrado en la capital de Querétaro.

El público que asistió al concierto, en el Museo Regional, no sabía que la clausura del festival coincidiría con un apagón general en el Centro Histórico. A pesar de la oscuridad, Pashkov, demostrando su calidad pedagógica, explicó cada una de las piezas del recital. Abrió con el Carnaval de Robert Schumann; continuó con la Sonata número 1 de Alberto Ginastera y obras de Leonard Bernstein; y como broche de oro de la noche, interpretó el Huapango de Moncayo, pieza que se ha convertido en obligada en su repertorio.

Antes de tocar el Huapan

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