En los paisajes abiertos de Tierra del Fuego, una hierba de origen europeo comenzó hace años a ganar terreno: Hieracium pilosella, conocida como pilosela .

Su avance altera el equilibrio natural, reduce la oferta forrajera y compromete la biodiversidad que sostiene a la ganadería insular.

Ante este escenario, un equipo del INTA y del CADIC–Conicet, junto con el Gobierno provincial, inició una línea experimental basada en una idea central: explorar el potencial de microorganismos nativos del suelo como herramienta de control biológico frente a esta invasora.

Una investigación que busca nuevas alternativas

El estudio, aún en etapa inicial, se orienta a generar conocimiento científico que permita evaluar si bacterias, hongos y cianobacterias del suelo fueguino pueden actuar como

See Full Page