Está demostrado que una buena comunicación entre el profesional sanitario y el paciente resulta fundamental para el proceso de recuperación. Desde el punto de vista de la fisioterapia, este es un factor particularmente decisivo cuando entra en escena la kinesiofobia o fobia al movimiento.

Las falsas creencias, en el origen del problema

El individuo aquejado de kinesiofobia manifiesta miedo a que determinados movimientos afecten negativamente a su salud o le produzcan una lesión, lo que le lleva a evitarlos. Además, esta situación hace que experimente más dolor y esté más alerta sobre su estado. Puede llegar a afectar hasta al 72 % de los pacientes con dolor crónico .

A diferencia de otras fobias, en las que los afectados generalmente suelen ser conscientes de la irracionalidad d

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