Estados Unidos ha capturado un petrolero frente a las costas de Venezuela , un buque que ya había sido sancionado por Estados Unidos en 2022, aunque navegaba bajo otro nombre. Esta operación intensifica aún más las tensiones entre la Administración Trump y el Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro.

En los últimos meses, Estados Unidos ha consolidado la mayor presencia militar en la región en décadas, que incluye el USS Gerald R. Ford, el portaaviones más nuevo y grande del mundo. Cuenta con más de 4.000 marineros, además de aviones de combate y buques de guerra que viajan con él.

Paralelamente, la Administración Trump ha lanzado una serie de ataques mortales contra presuntos barcos de narcotráfico en el Mar Caribe y el Océano Pacífico oriental que han sido objeto de escrutinio en el Congreso. Algunas organizaciones han descrito las operaciones como ejecuciones extrajudiciales . El objetivo de Donald Trump sigue siendo opaco, pero los expertos coinciden en que el derrocamiento del Gobierno autoritario de Maduro es el objetivo final.

Caroline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, declaró el jueves en una rueda de prensa que el petrolero fue incautado en virtud de una orden judicial por ser un “buque fantasma sancionado conocido por transportar petróleo ilegal del mercado negro” a la Guardia Nacional Iraní (CGRI), y que sería llevado a un puerto estadounidense.

“El buque se encuentra actualmente en un proceso de decomiso”, declaró, señalando que se estaba registrando el buque e interrogando a su tripulación. “Estados Unidos tiene la intención de incautar ese petróleo. Sin embargo, existe un proceso legal para su incautación y dicho proceso se seguirá”.

Leavitt señaló que el objetivo de la Operación Lanza del Sur es detener el flujo de drogas ilegales en Estados Unidos y “hacer efectiva la política de sanciones de esta administración”.

¿Qué sabemos del buque incautado?

El petrolero, identificado como Skipper por la firma de analistas marítimos Vanguard, es un gran buque de crudo (VLCC) y se cree que transportaba alrededor de 1,1 millones de barriles de petróleo (cargados en el principal puerto petrolero de Venezuela la semana pasada).

El petrolero enarbolaba falsamente la bandera de Guyana, según informó la autoridad marítima del país. La bandera de un buque indica dónde está registrado y, según el derecho internacional, los buques deben cumplir con la legislación marítima de ese país cuando navegan. Sin embargo, en los últimos años ha aumentado el número de buques que navegan bajo banderas falsas, lo que les permite eludir las normas de seguridad y las sanciones internacionales.

Los datos de seguimiento muestran que Skipper fue sancionado previamente por Estados Unidos en 2022 mientras navegaba bajo otro nombre, Adisa. Fue acusado de pertenecer a la llamada flota en la sombra, que contrabandea petróleo en nombre de Irán para evadir las sanciones estadounidenses. También realizó múltiples viajes a Venezuela e Irán en los últimos años, según Marine Traffic, que proporciona seguimiento de buques en tiempo real.

Los registros públicos muestran que el buque es propiedad de Triton Navigation Corp, empresa sancionada por Estados Unidos en 2022 por su participación en el transporte de petróleo para Irán.

“Skipper ha transportado casi 13 millones de barriles de petróleo iraní y venezolano desde que se unió a la flota mundial de petroleros clandestinos en 2021”, declaró Samir Madani, cofundador de TankerTrackers.com, al New York Times . The Guardian se ha puesto en contacto con Triton, pero no ha obtenido respuesta

¿Qué hacía el buque cuando fue incautado?

Según Marine Traffic, el buque había estado transmitiendo una posición “falsa”, una táctica bien documentada entre los petroleros clandestinos que transportan petróleo ruso, venezolano e iraní sancionado. A pesar de que los datos de ubicación sitúan al buque más cerca de la costa de Guyana, las imágenes satelitales muestran que, de hecho, estuvo en el puerto venezolano de José durante semanas. Imágenes proporcionadas a The Guardian por TankerTrackers.com muestran que el Skipper atracó en la terminal petrolera de José tan recientemente como el 18 de noviembre.

El barco partió de Venezuela la semana pasada, con aproximadamente la mitad de su cargamento de petróleo perteneciente a una importadora estatal cubana, según documentos de la petrolera estatal venezolana a los que tuvo acceso Associated Press.

El Gobierno venezolano ha declarado que la incautación “constituye un robo flagrante y un acto de piratería internacional”.

¿Por qué EEUU incautó el petrolero?

El gobierno estadounidense ha sancionado a más de 170 buques a los que acusa de transportar petróleo ilícito, mientras que la cifra sancionada por otros gobiernos y organizaciones probablemente supere el millar.

Los expertos discrepan sobre por qué el Skipper fue incautado el miércoles y cómo esto influye en la operación más amplia en Latinoamérica. En su comunicado, el Gobierno de Maduro afirmó que la incautación reveló los verdaderos motivos de la Administración Trump: “Siempre se ha tratado de nuestros recursos naturales, nuestro petróleo, nuestra energía”.

Sin embargo, analistas han sugerido que, dado que Estados Unidos es el mayor productor de petróleo del mundo, es probable que existan otros motivos detrás de la campaña de agresión contra Venezuela.

Si bien Estados Unidos ya ha incautado petroleros sancionados, la acción del miércoles destaca por su dramatismo. Las imágenes de la Guardia Costera estadounidense descendiendo desde helicópteros sobre la cubierta del Skipper han sido difundidas en redes sociales por la dministración Trump. En un video compartido por el Departamento de Seguridad Nacional, la banda sonora es la canción “Mama Said Knock You Out” de LL Cool J.

La difusión de estos vídeos probablemente se considere una victoria propagandística de la Administración Trump, mientras continúa presionando a Maduro.

Otros expertos han sugerido que la incautación del Skipper constituirá un freno adicional para la industria petrolera venezolana al encarecer las exportaciones. Venezuela ya ha tenido que rebajar considerablemente el precio de sus exportaciones de crudo a su principal comprador, China, debido a la creciente competencia con el petróleo sancionado de Rusia e Irán.

La amenaza real y actual de las operaciones estadounidenses contra los petroleros sancionados –como se demostró el miércoles– obligará a los propietarios de buques fantasma a exigir mayores costos por el transporte del petróleo venezolano como seguro contra incautaciones.