La protesta iniciada por Kiko Hernández y su marido, Fran Antón , en Melilla ha alcanzado un punto crítico tras el ingreso hospitalario del colaborador televisivo y la intervención de servicios médicos en la calle para atender a Fran , que continúa encadenado a las puertas de su establecimiento precintado.

Los hechos se desencadenaron después de que la Policía Local de Melilla ordenara el cierre del local de ocio nocturno de la pareja , una decisión que ambos consideran injustificada y que, según han defendido públicamente, se habría producido pese a contar con la documentación necesaria para su actividad. En respuesta, Fran Antón inició una huelga de hambre indefinida , encadenándose al local como medida de presión, a la que poco después se sumó Hernández.

El deterioro físico

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