La decisión del Gobierno de enviar a Estados Unidos a Andrés Felipe Marín, alias Pipe Tuluá, volvió a encender las alarmas de las autoridades regionales. No es un traslado cualquiera. Se trata del hombre señalado de coordinar los planes pistola contra guardianes del Inpec y de liderar una guerra abierta contra el propio sistema penitenciario. Con ese historial, el Valle del Cauca se prepara para eventuales reacciones violentas de su estructura criminal.

La Secretaría de Seguridad departamental confirmó que Tuluá y varios municipios del centro del Valle tendrán un refuerzo especial de vigilancia durante las próximas semanas . El anuncio se dio luego de que el presidente Gustavo Petro autorizara la extradición del jefe de la organización conocida como La Inmaculada.

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