La advertencia científica vuelve a apuntar a la Antártida como uno de los puntos más frágiles del planeta, luego de que nuevas investigaciones revelaran que remolinos oceánicos de corta duración están erosionando con mayor agresividad las plataformas de hielo de los glaciares Pine Island y Thwaites. Este último, conocido como el “glaciar del Fin del Mundo” por el impacto que tendría su colapso en los mares globales, enfrenta un escenario particularmente alarmante ante el avance de estas tormentas submarinas.

La región occidental antártica, donde ambos glaciares se levantan desde el lecho marino para formar plataformas flotantes, ya acumulaba décadas de deterioro provocado por un océano cada vez más cálido. Sin embargo, el nuevo análisis rompe con la idea de que el derretimiento obedece ún

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