La magistrada María Angélica Repetto juró como ministra de la Corte Suprema en agosto de 2019 y aunque durante sus seis años en el cargo ha mantenido un perfil más bien bajo, por estos días su nombre resuena con fuerza en el Poder Judicial. La magistrada se instaló como la jueza que competirá por llegar a la presidencia de la Suprema y, de paso, romper la tradición de que el ministro de mayor antiguedad sea quien se posicione a la cabeza del máximo tribunal. Un cargo que para el próximo periodo, siguiendo la tradición de antigüedad, le tocaba a la ministra Gloria Ana Chevesich . Si bien hasta ahora quienes han mostrado interés para que Repetto tome la posta que dejará el presidente Ricardo Blanco en enero próximo, son minoría, la presión que han ejercido ha sido constante. Las aguas en el Palacio de Tribunales están agitadas, y se ha evidenciado una división del pleno. Quienes la apoyan son partidarios de que la primera mujer que llegó a la Suprema siendo de región -Repetto es de Valparaíso e hizo toda su carrera ahí- sea la primera mujer en presidir la Corte Suprema en sus 200 años de historia. Todo, pese a que la antigüedad la tiene su par de la Cuarta Sala. Son varios los judiciales que no ocultan que su nombre se instaló porque simplemente no les acomoda la idea de que Chevesich llegue a la presidencia. También comentan que uno de los artífices de su opción es el suspendido ministro Diego Simpertigue. Y las diferencias se han marcado justamente en medio de las gestiones y medidas que ha adoptado el pleno de la Suprema para enfrentar los casos que llevaron, por ejemplo, a la salida de los ministros Sergio Muñoz, Ángela Vivanco, Verónica Sabaj, Antonio Ulloa. En ello, Chevesich se ha posicionado firme junto al presidente Blanco y a la ministra Andrea Muñoz , promoviendo acciones que a una minoría no han dejado del todo conformes. La diferencia de criterio con Chevesich ha sido evidente. Por ejemplo Repetto votó en contra de remover al exministro Ulloa del Poder Judicial. Chevesich en cambio estuvo en el grupo de ministros que votó por expulsarlo. Y cuando el pleno tuvo que ver la remoción de la exministra Sabaj, la magistrada Repetto no entró al pleno pese a que ese día sí estaba integrando sala. La explicación, comentan fuentes judiciales, se vincula con que Repetto es conocida como “la madrina” de Sabaj. De hecho tras su paso como jueza en San Felipe fue muy cercana a los padres de Sabaj. Chevesich en cambio sí estuvo en ese pleno y votó por remover a la exmagistrada que cayó por sus chats con Luis Hermosilla. Las huellas de Repetto Repetto hizo sus estudios en derecho en plena dictadura. Ingresó a la Universidad Católica de Valparaíso en 1973, tras haber egresado del colegio de las Monjas Francesas de Viña del Mar. Al término de sus estudios de pregrado recibió el premio a la “Mejor Licenciada y Egresada” y juró como abogada en julio de 1980, aunque ingresó al Poder Judicial cinco años antes, como oficial primero suplente del Primer Juzgado Civil de Valparaíso. Luego de ello se trasladó al Juzgado de Letras de San Felipe, y posteriormente ejerció como secretaria titular del Juzgado de Letras de Los Andes y relatora de la Corte de Apelaciones de Valparaíso. Más tarde ejerció en el Segundo Juzgado del Crimen de Valparaíso y como jueza titular del Cuarto Juzgado Civil de Viña del Mar, entre otros tribunales de la jurisdicción. En 2002 fue nombrada ministra de la Corte de Apelaciones de Valparaíso por el expresidente Ricardo Lagos , llegando a su presidencia en 2015. Su aterrizaje en la Suprema, eso sí, fue una sorpresa en 2019 y fue producto del azar. La carta inicial que se había impulsado para el cupo que dejaba en ese momento el exministro Milton Juica era la magistrada Dobra Lusic , por lo que su ascenso fue inesperado para algunos. El nombre de Lusic fue retirado por la entonces administración del expresidente Sebastián Piñera , luego del revuelo que desencadenaron las declaraciones de la exministra Ana Cienfuegos , quien acusó a Lusic de haber hecho gestiones a favor del abogado John Campos para que se convirtiera en notario suplente en la Quinta Notaría de San Miguel, pese a que el jurista tiene antecedentes penales. En esa época, el entonces vocero de la Corte Suprema, Lamberto Cisternas, indicó que la figuración de Lusic en la quina que se le entregó al Presidente Sebastián Piñera “habría sido diferente de conocerse estos antecedentes”. Así fue como el gobierno optó por Repetto, cuya designación fue visada por el Senado por 36 votos. Desde ahí, la ministra siempre ha integrado la Primera Sala, encargada de temas civiles y que extraña vez alcanzan mayor notoriedad pública. Esta sala es conocida por estar lejos de polémicas, por resolver causas de menor complejidad y tener la menor carga laboral del resto de las instancias del máximo tribunal. Repetto ha sido siempre una ministra de derecha. Ha sido recurrente en su carrera la inhabilidad que ha expresado para fallar causas ligadas a la dictadura y crímenes de lesa humanidad, debido a su vínculo familiar con Ricardo García , el exministro del Interior del dictador Augusto Pinochet. Así mismo lo reconoció ella. “Es un hecho público que no he intervenido como ministra en el conocimiento de causas sobre vulneración de derechos humanos ocurridos durante los años de la dictadura militar, por haberme inhibido de conocerlas atendida mi relación de parentesco con quien fuera ministro del Interior”, dijo al exponer ante la comisión de Constitución del Senado en julio de 2019. Repetto está casada con el abogado Eduardo González , un conocido operador de la Corte de Valparaíso. González también fue judicial, llegando incluso a ser relator en el máximo tribunal, pero ya no forma parte de la judicatura.
María Angélica Repetto, quién es la ministra que se asoma por los palos para competir por la presidencia de la Suprema
Noticias de Chile1 hrs ago33


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