“Va mi espada en prenda…”

En dos colaboraciones pasadas he relatado una experiencia traumática en mi paso por una escuela de gobierno como segunda generación a la que le recetaron los libros de texto gratuito allá por los 60 del siglo pasado al inquirir a la profesora después de terminar la lectura de uno de aquellos libros si Juárez o Zapata comían o iban al baño, ante la colera y desconcierto de la mentora al preguntarme porqué preguntaba tremenda tontera, le respondí que porque como leíamos en los textos no distinguía si eran seres humanos o dioses ganándome las orejas de burro y el rincón del salón e clases que hoy hubiera sido indiscutiblemente como una atentado contra mis derechos de niño.

Salvo a los que tuvimos el privilegio de continuar nuestros estudios para ser parte de la cif

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