No ha hecho falta ni que saliera al escenario , con solo intuirse su presencia (sus músicos ya llevaban en el escenario un rato tocando), las 2.000 personas que han llenado la sala Mozart del Auditorio de Zaragoza , ha empezado una ovación atronadora para recibir a Juanjo Bona , que ha regalado (eses esl verbo adecuado) a sus fans un concierto con muchos guiños a la raíz pero sin renunciar a una fiesta del siglo XXI .
Y en esa línea en la que se mueve el de Magallón, Juanjo Bona no tiene rival . Ha sabido recoger la tradición para no renunciar a sus principios estilísticos (viene del mundo de la jota) y actualizarla para convencer a un público mayoritariamente femenino si se echaba un vistazo a la platea, que no solo corea cada una de sus canciones sino que, además, c

El Periódico de Aragón

Aragón Digital