Para mi querido amigo Manuel Jiménez Alemán, biznieto del invicto Matías Jiménez, y heredero, en silencio, de esa misma fuerza que nace de la arena.

Manuel, en estos días difíciles, quiero recordarte algo que tal vez tú mismo olvidas:

Que vienes de una estirpe de hombres que nunca retrocedieron.

Hombres que, como tu bisabuelo, entraban en el terrero con respeto, con coraje y con la dignidad de quien sabe que la verdadera grandeza no está en no caer, sino en levantarse.

La vida, a veces, nos empuja igual que aquellos viejos titanes de la lucha.

Nos aprieta, nos pone a prueba, nos exige más de lo que parece posible.

Y aun así -como hacía tu bisabuelo- uno encuentra dentro de sí una fuerza que no se explica, pero que se siente.

Esa fuerza la tienes tú.

La llevas en la sangre, en el ca

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