Por Diego Madeo. (*)

Diciembre, enero… el momento soñado para descansar, viajar, desconectarse. Pero para muchos hogares, también es el momento en que se exponen las vulnerabilidades: casas vacías, sin vigilancia constante, con señales visibles de ausencia. Por eso, antes de cerrar valijas, vale detenerse un instante y pensar: ¿qué medidas estamos dejando activas para cuidar nuestra vivienda?

En nuestro país, los meses de verano suelen venir acompañados de un aumento significativo en los delitos contra la propiedad. De acuerdo con distintos informes de seguridad y estadísticas provinciales, durante diciembre y enero los robos a viviendas crecen más de un 25 % respecto al resto del año. El fenómeno no sorprende: con muchas familias de vacaciones, barrios más vacíos y rutinas alteradas, lo

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