Conozco una persona que es muy dulce y divertida. Su único “problemita” es que luego de tomarse varias copitas se transforma: el maquillaje se le corre, la lengua se le traba y ¡las piernas se le aflojan! En todas las fiestas acaba haciendo el ridículo.

Cuando le aconsejo que deje el alcohol, su respuesta es: “mi cuota son dos copitas, si me limito a esa cantidad, no me emborracho”. A lo que respondo: “!el problema es que no sabes cómo limitarte a dos copitas!”

No es fácil aceptar cuando algo está fallando en tu vida. Por ejemplo, tal vez tienes 50 libras de sobrepeso pero alegas: “soy una gordita saludable”. A lo mejor tu pareja abusa de ti pero dices: “Muchas veces yo soy quien lo provoca”, o siempre llegas tarde a todos lados, pero justificas: “Estoy muy ocupada y por eso nunca pued

See Full Page