Familiares y vecinos acompañaron el sepelio de la niña de tres años, cuya muerte desató conmoción y una ola de indignación en el corregimiento. Autoridades mantienen abiertas dos investigaciones paralelas.

El corregimiento de Mingueo vivió en silencio el último adiós a Shelsy, la niña de tres años cuya muerte estremeció a toda la comunidad. En una vivienda humilde, adaptada como sala de velación, fa miliares, vecinos y allegados asistieron al funeral que se extendió durante la noche, marcado por el llanto, el desconcierto y la exigencia de una respuesta clara por parte de las autoridades.

El pequeño féretro blanco, rodeado de flores y mensajes de despedida, se convirtió en el centro de una jornada cargada de dolor. A pocos metros, una fotografía de la menor con su toga escolar recordaba

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