Las hamburguesas de pollo se ganaron un lugar propio en la cocina cotidiana por su equilibrio entre sabor, textura y rapidez. A diferencia de las de carne vacuna, resultan más livianas, tienen un gusto neutro y permiten múltiples combinaciones de condimentos y guarniciones, lo que las vuelve ideales para comidas simples y resolutivas.

Esta versión casera apunta a quienes buscan una preparación rápida sin resignar calidad. No requiere técnicas complejas, tiempos de reposo ni ingredientes difíciles de conseguir. La clave está en mantener la receta simple y respetar una correcta cocción para lograr hamburguesas doradas por fuera y jugosas por dentro.

Con solo pollo picado, cebolla y sal, se obtiene una base versátil que puede servirse en sándwiches, acompañar purés, sumarse a ensaladas tibi

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