Tijuana, B.C.- Las integrantes del Voluntariado de Damas de Cruz Roja Mexicana recibieron a los pequeños en la residencia de la familia Bustamante, organizando actividades llenas de alegría y sonrisas. La tradicional posada de los peregrinos destacó como un momento de humildad, caridad y amor por el prójimo, dejando memorables enseñanzas a todos los asistentes.

Los niños compartieron momentos felices con sus amigos de otras casas hogar, intercambiando anécdotas y disfrutando de la convivencia en un ambiente de armonía y camaradería. La comida, preparada especialmente para la ocasión, fue otro de los elementos que hizo del día un evento inolvidable, aprovechando el clima agradable de la región.

Las horas de sano esparcimiento transcurrieron entre juegos y refrigerios, donde la alegría y l

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