Desde una cama hospitalaria, rodeado por el sonido constante de monitores y la espera interminable, Harold Alfonso cuenta su historia con la serenidad de quien ya ha aprendido a convivir con la incertidumbre. Es comerciante en Ibagué, padre de familia y afiliado a la EPS Sanitas. Desde hace más de veinte días permanece hospitalizado en la clínica Clnaltec, mientras su salud se deteriora y el tiempo juega en su contra.

Su diagnóstico es un tumor maligno en la parótida. Hace año y medio, cuando todo comenzó, la palabra “maligno” aún no hacía parte del panorama. En ese entonces era un tumor benigno, tratable, controlable. Sin embargo, las demoras acumuladas en el sistema de salud fueron marcando el rumbo de la enfermedad. Citas que tardaban meses, conceptos médicos que se vencían, órdenes qu

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