Escribe: Nicolás Font (*)

Especial para El Tiempo

El Gobierno presentó su nuevo proyecto de "modernización laboral", aunque detrás de ese título amable aparece una modificación profunda del sistema jurídico que protege a quienes trabajan. El Derecho del Trabajo no es una herramienta partidaria ni una reliquia del pasado: fue incorporado a la Constitución Nacional en 1957 por una Convención Constituyente donde predominaba el radicalismo, y consolidado por tratados internacionales que obligan al Estado argentino a avanzar en derechos sociales, no a retroceder. Ese límite no está para frenar el desarrollo, sino para impedir que el progreso económico se construya a costa de la dignidad humana.

La pregunta es si este proyecto respeta ese límite o lo atraviesa. La respuesta, a la luz de su co

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