Tal vez aún no exista la conciencia de que se esté frente a algún caso de esclavitud moderna debido al contexto de migración forzada para sobrevivir, pero las consecuencias físicas y psicológicas no demoran en llegar.
Un grupo de 15 deltanos que migró ilegalmente a Trinidad y Tobago desde Tucupita en Delta Amacuro, están teniendo dificultades en su trabajo de albañilería debido a la presión psicológica y física por parte de sus jefes. Con el pasar de los días se han intensificado sus labores bajo condiciones no humanas.
De acuerdo con la información de dos venezolanos que están en Trinidad y Tobago, estos trabajadores “ya no les están rindiendo a los trinitarios” debido a las presiones ilegales a los que están sometidos a diario. Explican que están llegando a un tipo de desgaste general