El amor puede ser ciego, pero no tonto. Y cuando tienes una fortuna de 205.000 millones de euros, como Jeff Bezos, uno no se casa sin antes pasar por el despacho de un muy buen abogado. El fundador de Amazon y tercer hombre más rico del mundo, ha firmado uno de los contratos prenupciales más comentados del año con su futura esposa. ¿El objetivo? Blindar su gigantesco patrimonio como si fuera un cohete de Blue Origin.
La cifra da vértigo : miles de millones repartidos entre acciones de Amazon, el diario 'The Washington Post', la empresa espacial que quiere llevar turistas al espacio, mansiones de lujo, una isla privada y un megayate más grande que muchos hoteles flotantes. Con semejante imperio, era cuestión de tiempo que el amor viniera con condiciones.
Y no es el único. En el mu