La Corte Suprema desestimó la demanda del Gobierno de México contra fabricantes de armas de fuego estadounidenses, acusándolos de complicidad en la violencia armada perpetrada por los cárteles.

Aunque la jueza Elena Kagan, autora del dictamen, reconoció el problema de la violencia armada, afirmó que México no había presentado argumento sobre las reponsabilidades que tienen las productoras de armas en el caso, relacionado con el tráfico de armas.

“La pregunta que se plantea es si la demanda de México alega plausiblemente dicha conducta. Concluimos que no”, escribió la jueza sobre una decisión unánime.

La demanda de 2021 acusó a Smith & Wesson, Colt y otras empresas de permitir deliberadamente la venta de armas a distribuidores que venden tales productos a criminales, quienes los tráfican

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