Para los venezolanos en Estados Unidos, una nueva proclamación de la Casa Blanca ha reabierto viejas heridas y profundizado el temor de que el exilio, que antes representaba una ruta segura hacia la estabilidad, ahora signifique la separación permanente de sus seres queridos.

El miércoles, el gobierno de Trump anunció amplias restricciones de viaje para ciudadanos de más de una docena de países, incluyendo Venezuela, Cuba y Haití. La orden prohíbe la entrada a la mayoría de los solicitantes de visas de turista, estudiante y negocios, lo que reduce aún más las pocas vías legales restantes para las familias desgarradas por la dictadura, el desplazamiento y el colapso económico.

Entre los miles de personas angustiadas se encuentra Sasha Escalante, una productora de radio venezolana de 44 añ

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