El proyecto Scavengers estudia hoy en día el comportamiento que podrían haber tenido osos, lobos y hienas ante los fuegos neandertales

El fuego de la hoguera crepita, proyectando reflejos anaranjados sobre los rostros de frente prominente de un reducido grupo de neandertales . El olor a carne asada atrae a los depredadores que, sin embargo, se mantienen a distancia por miedo. Mientras unos humanos desgarran músculos y tendones con lascas de sílex, otros machacan los huesos para extraer la nutritiva médula ósea. Una vez procesados, los más pequeños acaban en las llamas, a diferencia de los más grandes que son lanzados por encima de sus cabezas hacia atrás, cayendo y acumulándose en una zona de desperdicio. Al alba, con las cenizas aún humeantes, el refugio se abandona, dejando tras de

See Full Page