Ninguna de las generaciones nacidas en el siglo XX alcanzará una edad promedio de 100 años. La esperanza de vida, que en la primera mitad del siglo pasado aumentó muy rápidamente, ya no crece tanto. Si en la década de 1900-1910 nacer un año después suponía una ganancia de 7,9 meses de esperanza de vida, para los nacidos entre 1990 y el 2000 esa ventaja ya era de solo 1,9 meses.

Y es que, en la primera mitad del siglo XX la mejora de la esperanza de vida fue espectacular: de un promedio de 62 años para los nacidos en 1900 se pasó a 80 años para los que vieron la luz en 1938. Con la perspectiva de esa evolución, cabría pensar que los nacidos 40 o 50 años después llegarían en promedio a los 100. Pero, según explica José Andrade, del Instituto Max Planch para la investigación demográfica (MPI

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