Un piloto de un F-35 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos pasó 50 minutos en una llamada telefónica en el aire con ingenieros de Lockheed Martin tratando de resolver un problema con su avión de combate antes de eyectarse y de que el caza cayera a tierra en Alaska a principios de este año, según un informe de accidente publicado esta semana.
El accidente del 28 de enero en la Base Aérea Eielson de Fairbanks quedó grabado en un video que mostraba la aeronave cayendo en picado antes de explotar en una bola de fuego. El piloto se eyectó y salió sano y salvo, sufriendo solo heridas leves, pero el caza de US$ 200 millones quedó destruido.
Una investigación de la Fuerza Aérea atribuyó el accidente a la presencia de hielo en las líneas hidráulicas de la parte delantera y del tren de aterriza