Los gigantes de luz que durante décadas han presidido el estadio de La Romareda ya no están. En un gesto cargado de simbolismo, los icónicos focos del Real Zaragoza han sido retirados, marcando el inicio de la demolición de un campo que ha sido hogar, testigo y protagonista de la historia de la ciudad. La noticia, que en cualquier otro contexto sería un mero trámite de obra, ha resonado con fuerza entre los aficionados, quienes en redes sociales han compartido sus recuerdos y su mezcla de nostalgia y esperanza .

El Real Zaragoza, un club con una historia rica y apasionada, se ha convertido en el espejo de las emociones de sus seguidores, y la desaparición de los focos ha provocado una oleada de mensajes que reflejan ese vínculo inquebrantable. Un usuario anónimo en Instagram lo resumí

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