El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, se posicionó en el centro de la polémica política al abordar los recientes audios atribuidos a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, descartando cualquier implicación del kirchnerismo y apuntando directamente a “filtraciones” internas en el gobierno libertario.

En un fuerte cuestionamiento, Kicillof afirmó que “el problema es el contenido de los audios”, y no una supuesta operación de espionaje: “Si fuera una operación los audios serían falsos. Ya dijeron que son verdaderos”, razonó.

Kicillof desestimó las acusaciones de la Casa Rosada, que señalan a “los kukas” como responsables de las filtraciones y califican la situación como una “megaoperación” en medio de la campaña electoral.

El mandatario provincial fue enfático al señalar

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