La idea de Evita candidata a vicepresidente para las elecciones presidenciales para el período 1952-1958 estaba en el ambiente, y los peronistas lo tomaban como algo natural e inevitable. Y ella no vio con malos ojos esa iniciativa que surgió de diversos sectores, y con mucha fuerza de la Confederación General del Trabajo, que además buscaba con esa nominación fortalecer el sindicalismo dentro del gobierno.
Desde febrero, ella se había involucrado en la campaña electoral con un acto del Partido Peronista Femenino. Días antes había suscripto una declaración que sostenía la necesidad de reelección de su marido. Se sorprendió o fingió hacerlo cuando a los días esas mismas mujeres comenzaron a sostener su nombre como candidata.
En julio de 1951 se dio a conocer que las elecciones, previs