La fragilidad política y financiera de Francia, principal socio comercial de España, se ha convertido en una bomba de relojería que amenaza con generar un efecto dominó en toda la economía europea. La ausencia de consenso en París para controlar un déficit público desbordado, junto con la creciente tensión social, coloca a España en el ojo de un huracán económico que podría impactar en las exportaciones, el turismo y la estabilidad de los mercados financieros.

Francia al borde del abismo fiscal

El Gobierno francés, liderado por el primer ministro François Bayrou , se juega su supervivencia el próximo 8 de septiembre, cuando deberá someterse a una moción de confianza . El plan que defiende Bayrou contempla recortes por 44.000 millones de euros , con medidas altamente impopulares como la congelación de prestaciones sociales , la reducción del empleo público y la supresión de dos festivos nacionales .

El objetivo es frenar un déficit que alcanzó el 5,8% del PIB en 2024 y que pretende situarse en el 2,8% en 2029. Sin embargo, la deuda pública , que ya asciende al 113% del PIB , alimenta el temor de una intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI) , algo que el ministro de Economía, Éric Lombard , reconoció como “un riesgo real”. Estas declaraciones provocaron una caída bursátil de la banca francesa y dispararon la prima de riesgo del país hasta los 80 puntos básicos , superando a la española.

España, en primera línea del impacto

El problema para Madrid es que Francia es el primer socio comercial de España , con intercambios de bienes por valor de 60.000 millones de euros anuales . Los sectores más expuestos son el automovilístico , el agroalimentario y el farmacéutico , que dependen en gran medida del mercado francés. Productos como los cítricos , el aceite de oliva o la carne de porcino suponen más del 15% de las exportaciones españolas .

Además, el turismo es otra palanca en riesgo: 13 millones de turistas franceses visitan España cada año, generando 11.000 millones de euros de gasto , una cifra que se vería comprometida si el consumo en Francia se contrae.

Un riesgo sistémico en la UE

El deterioro francés no solo amenaza el comercio bilateral, sino también la estabilidad de la zona euro . Los analistas temen que la inestabilidad política y la falta de reformas estructurales en París pongan en entredicho los compromisos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea .

España, que arrastra dos años sin aprobar unos nuevos Presupuestos Generales del Estado , tampoco está en una posición sólida para amortiguar el golpe. La fragmentación política en Madrid y la falta de un plan económico claro hacen que el país se exponga a un efecto contagio , justo cuando debería liderar propuestas en industria de defensa , energía e integración del mercado único europeo .