En un país donde la violencia cotidiana se ha convertido en una sombra permanente, nuestros legisladores han decidido que la mejor manera de abordar los problemas nacionales es a través del espectáculo.
El reciente enfrentamiento entre Alejandro “Alito” Moreno, dirigente nacional del PRI y Gerardo Fernández Noroña, senador del PT, tiene su origen en una discusión sobre la posible intervención militar de Estados Unidos en México; esto es el ejemplo más claro de cómo la política se ha transformado en un circo mediático.
Mientras fuera del palacio legislativo, los mexicanos enfrentan una realidad marcada por la inseguridad, la desaparición forzada y la desconfianza en las instituciones, dentro del Senado se escenifican peleas que parecen sacadas de un guion de lucha libre con comportamiento