Harligen. Después de que el gobierno de Estados Unidos subió a niños a aviones durante la noche para ser expulsados de regreso a su natal Guatemala, una jueza federal bloqueó temporalmente los vuelos —con los jóvenes aún dentro— ya que sus abogados dijeron que las autoridades estaban violando las leyes estadunidenses y enviando a niños vulnerables a un posible peligro.
El extraordinario drama se desarrolló durante las horas previas al amanecer en un fin de semana festivo en Estados Unidos y se trasladó de las pistas de Texas a una sala de audiencias en Washington. Fue el último enfrentamiento sobre la represión de la administración de Donald Trump en materia de inmigración, y el último choque entre la represión migratoria del gobierno y las salvaguardas legales que el Congreso creó para