Una de las novedades más chupiguays del ¿nuevo? CTA es que a los árbitros hay que llamarlos por su nombre en vez de por sus dos apellidos, como ha sido toda la vida . Una medida que, a la vista está, ha mejorado el arbitraje a niveles estratosféricos . La liga de Tebas , cada vez más distanciada de la Premier, necesita este tipo de decisiones para mejorar y subir el nivel, claro que sí.

Por eso Miguel Sesma, árbitro principal del encuentro entre Osasuna y el Espanyol, se comió un derribo claro a Víctor Muñoz desde el primer vistazo. Pero bueno, por suerte ahora está el VAR que sirve para arreglar este tipo de errores muy propios de humanos. Allí andaba Mario (Melero López). Este hizo buena la nueva regla no escrita de que el videoarbitraje va a entrar menos . Lo que no se dijo es

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