Cuatro países africanos —Uganda, Ruanda, Suazilandia y Sudán del Sur.— aceptaron recibir a migrantes deportados desde Estados Unidos , como parte de la política de Donald Trump contra la migración ilegal.
Esta medida sigue los pasos de El Salvador, Panamá y Costa Rica , que previamente recibieron a ciudadanos expulsados bajo la misma estrategia.
Los gobiernos africanos involucrados han mantenido discreción sobre los detalles de los acuerdos, lo que ha generado críticas por posibles negociaciones de ayuda financiera o cooperación política a cambio de acoger a personas con antecedentes penales.
Casos recientes y contexto
El gobierno de Ruanda anunció la llegada de un primer grupo de siete migrantes a mediados de agosto, asegurando que recibieron protección y apoyo.
Se prevé que