La UE tiene desde hace años mil ojos sobre las interferencias rusas y este domingo el avión en el que viajaba la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en Bulgaria tuvo que aterrizar sin usar los sistemas electrónicos, es decir, recurriendo a mapas en papel precisamente por una presunta injerencia procedente de los servicios del Kremlin, según ha adelantado el Financial Times.
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