Los cajeros automáticos siguen siendo una herramienta esencial para millones de personas que necesitan disponer de dinero en efectivo de manera rápida. Sin embargo, pese a su practicidad, estas máquinas se encuentran en constante amenaza, pues representan un escenario vulnerable que los delincuentes aprovechan para cometer robos y fraudes bancarios.

Expertos advierten que los usuarios suelen bajar la guardia al finalizar la transacción, momento en el que se generan los mayores riesgos. Por ello, insisten en que existe una acción clave que se debe realizar antes de alejarse del lugar y que podría marcar la diferencia entre mantener el dinero seguro o ser víctima de un delito.

Al terminar la operación en un cajero automático, lo primero que muchos hacen es guardar el dinero y salir rápid

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