LONDRES (AP) — No contrariar innecesariamente a los oponentes, dice un principio básico de la diplomacia. Pero en un momento en que Estados Unidos enfrenta una guerra comercial con China y diversas tensiones en el extranjero, los emisarios del presidente Donald Trump están irritando cada vez más a países aliados y son convocados a rendir cuentas.

Esta semana, no menos de tres enviados estadounidenses se empeñaban en salir de aguas diplomáticas turbulentas.

El ministro de Relaciones Exteriores de Dinamarca convocó al principal diplomático estadounidense en el país para que respondiera por informes de que al menos tres personas con conexiones a Trump han estado llevando a cabo operaciones encubiertas de influencia en Groenlandia , un territorio danés. Francia convocó al embajador de E

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