Abascal culpa al Open Arms, Feijóo insiste en vincular inmigración con delincuencia y Ayuso dice que los menores “cada día son más agresivos”, mientras el Gobierno pide no instigar la “criminalización”

Los datos que desmienten a Vox: España tiene el doble de extranjeros que en 2005 y una tasa de delincuencia más baja

La detención de un menor migrante residente en un centro de acogida de Madrid acusado de violar a una adolescente en un parque cercano ha sido el último pretexto utilizado por dirigentes del Partido Popular y de Vox para endurecer todavía más su discurso contra la inmigración. Después de que los disturbios racistas en Torre Pacheco y el veto a los actos islámicos en Jumilla acapararan parte de la agenda estival, la derecha y la extrema derecha inician el curso político elevando el tono con declaraciones de marcado tinte xenófobo y que ahondan en el discurso ultra que vincula falsamente inmigración y delincuencia. Todo ello mientras el Gobierno ultima los detalles del reparto de menores migrantes para descongestionar los sistemas de acogida de Canarias y Ceuta.

Aunque los datos oficiales desmienten que haya causalidad entre la llegada de extranjeros y el aumento de la criminalidad, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, utilizó este lunes una pregunta sobre la violación que investiga la Policía para poner de nuevo en el foco a los extranjeros como fuente de problemas. Aseguró que “la criminalidad se ha incrementado” a medida que ha crecido la llegada de personas migrantes en situación irregular (algo que no se sustentan en la estadística oficial) y volvió a prometer que, en caso de llegar a la Moncloa, “la inmigración ilegal no dará ninguna garantía ni ningún derecho”. Los datos oficiales muestran que España tiene el doble de extranjeros que hace dos décadas y una tasa de delincuencia más baja.

En su Congreso del pasado julio el PP aprobó en su ponencia política eliminar el empadronamiento para los migrantes, así como el acceso a “prestaciones no contributivas”. Esto es, a ayudas como el ingreso mínimo vital. En los discursos de la derecha es frecuente vincular inmigración y delincuencia, con diferentes modulaciones en función del lugar, el momento y la imagen que se quiere proyectar. El PP de Feijóo enarboló con fuerza en las campañas electorales de 2024 una agenda hostil hacia la inmigración y no la ha soltado desde entonces. El pasado julio, en pleno estallido racista en Torre Pacheco, el partido afirmó que el detonante había sido “un problema de inseguridad”.

Feijóo endurece su discurso contra la inmigración arrastrado por Vox, que sigue capitalizando el descontento social en las encuestas. En su etapa de presidente en Galicia nunca había relacionado delincuencia e inmigración y cada vez que lo hace al frente del PP, la extrema derecha va un paso más allá. A propósito de la violación que investigan los cuerpos policiales, su líder, Santiago Abascal llegó a culpar directamente al Open Arms, además de a las políticas migratorias del PSOE y también “del seguidismo del PP”.

“Una niña víctima de Sánchez, de Open Arms, del bipartidismo, de todos los que hacen política y negocio con la invasión islamista”, escribió el líder de Vox en un mensaje en su cuenta de X.

En rueda de prensa este lunes, Abascal insistió en un discurso similar y llamó a “hundir” el Open Arms porque, a su juicio, “colabora con las mafias del tráfico de personas para continuar con la invasión islamista de Europa”. “Ya he dicho qué es lo que había que hacer con ese barco: confiscarlo y hundirlo. Y si parece muy drástico, se puede simplemente confiscar y volver a utilizar para llevar de vuelta a todos los que están viniendo ilegalmente a nuestra patria”, aseveró. Open Arms es una ONG formada por socorristas que ha ayudado a salvar la vida de más de 70.000 personas.

Ni Feijóo ni Abascal se pronunciaron, sin embargo, sobre la agresión que se investiga a dos menores migrantes que viven en el mismo centro de acogida del barrio de Hortaleza de Madrid en el que residía el menor detenido. Según informó en rueda de prensa el delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Francisco Martín, ambos —que iban junto a una tercera persona mayor de edad— fueron asaltados el domingo por dos encapuchados, cuando ya habían salido a la luz informaciones sobre la violación de la menor que investigan las autoridades. Uno de los tres jóvenes golpeados tuvo que ser trasladado al hospital.

Martín, que mostró su rotunda condena a la agresión sexual y pidió indagar en por qué el joven detenido estaba fuera de las instalaciones por la noche, también lanzó una advertencia: no se debe instigar la “criminalización” y el “discurso de odio” que, a su parecer, derivan en situaciones como el ataque de los encapuchados. Un juez de Menores acordó el lunes el internamiento en régimen cerrado del joven migrante acusado de violar a la adolescente.

Ayuso: “Cada día son menores más agresivos”

Una de las primeras dirigentes en reaccionar a la noticia de la detención del joven migrante fue la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que mantiene un pulso con el Gobierno a cuenta de la política migratoria. “Cada día son menores más agresivos y llegan en peores condiciones. Y la respuesta del gobierno de Sánchez es multiplicar su llegada y desatenderse de ellos mientras nos insultan a los presidentes”, dijo el domingo en un mensaje en X en el que enlazaba una noticia de OkDiario sobre los hechos.

El Ejecutivo de la Comunidad de Madrid, que acaba de llevar al Tribunal Supremo el decreto que obliga a las comunidades a acoger a menores migrantes, anunció este lunes que pedirá la repatriación del joven detenido ante “la imposibilidad de su integración”, tal y como ha hecho con otros 37 menores extranjeros. “La Comunidad de Madrid remitirá este caso a la Delegación del Gobierno para que proceda a su retorno (...). Adoptaremos las acciones que sean necesarias para que el Gobierno cumpla con sus obligaciones legales”, afirmó en otro mensaje en X la consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Dávila.

Más allá de las reacciones políticas, el incidente ha puesto de nuevo el foco sobre el centro de primera acogida ubicado en el barrio de Hortaleza de Madrid, donde residía el joven detenido. La violación que se investiga se cometió, presuntamente, en el parque de Clara Eugenia, cercano a la institución. Ese centro es uno de los escenarios recurrentes del discurso antiinmigración de Vox, que este martes ha convocado una concentración en sus inmediaciones.

Precisamente a las puertas de ese centro se trasladó este lunes el portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, que insistió en un alegato xenófobo al advertir de que la capital “puede terminar siendo una ciudad fallida” si no se pone freno “en seco” a la inmigración ilegal y a la “deriva de inseguridad” que, a su juicio, se vive en los barrios. Ortega Smith afirmó, asimismo, que la agresión sexual que investigan las autoridades es una consecuencia del “consenso progre” en el que enmarcó a PP y PSOE.

Grupos de extrema derecha como Núcleo Nacional intentaron manifestarse a las puertas de este centro en junio, pero la Delegación del Gobierno no autorizó la concentración con el argumento de la necesaria “protección” de los menores residentes ante el “hostigamiento y el odio”. El grupo neonazi celebró este lunes la agresión a dos jóvenes residentes en el centro de Hortaleza a la que aludió el delegado del Gobierno. “No todos los HÉROES llevan capa, algunos van con ”CAPUCHA“, recogía un mensaje publicado en sus redes sociales junto a una información sobre el asalto que llevó a uno de ellos al hospital.