Nos movemos entre el escepticismo frente a las promesas de los magnates tecnológicos y el temor al auge de los autoritarismos posdemocráticos. Pero pensar el futuro es tarea nuestra, escribe Josep Ramoneda en ‘Poder y libertad’, libro del que ‘Ideas’ adelanta un extracto.
La pregunta por el futuro parece haber vuelto, como si de repente quisiéramos abandonar la habitación sin vistas en la que nos sentimos encerrados. Durante años, desde principios de los noventa, hemos vivido en un presente continuo, sin memoria del pasado ni perspectiva de futuro. Algunos quisieron ver en este cambio de temporalidad el fin de la historia. Y así lo proclamó Francis Fukuyama . En realidad, no era más que el fin del capitalismo industrial, que había sido motor de la idea de progreso. Sólo la literatura di