El ministro de Justicia, Juan José Santiváñez, ha cruzado una peligrosa línea al faltar abiertamente el respeto al Ministerio Público y a sus fiscales. En entrevista con RPP, no solo calificó de “peón” al fiscal Carlos Ordaya, atribuyéndole falta de capacidad intelectual, sino que insinuó la existencia de una organización criminal dentro de la propia Fiscalía, encabezada —según él— por alguien “más arriba”. Acusar sin pruebas y deslegitimar de esta forma a las instituciones que deben investigarlo no es defensa, es ataque frontal al estado de derecho.
Resulta alarmante que el titular de Justicia, en vez de explicar con serenidad su situación en el caso Ícaros, donde se le investiga como presunto “hombre clave” de una red criminal en el Estado, haya optado por desacreditar a la Fiscalía. No