Una exhaustiva investigación permite explorar si algunos microbios pudieron contribuir a la extinción de estos animales
Hace un año, un equipo de científicos desveló un hecho insólito. Hace apenas unos 4.000 años, cuando las primeras civilizaciones humanas ya se habían consolidado en Mesopotamia y Egipto, los mamuts seguían vivos en Wrangel , una remota isla del Ártico. Este martes, el mismo equipo publica un exhaustivo análisis de cientos de restos de mamuts que abarcan un millón de años con una nueva sorpresa: de los dientes y otros tejidos han podido aislar ADN de las bacterias que vivían dentro de estos animales. El hallazgo abre una posibilidad única para entender la evolución conjunta de los mamuts y su microbioma, y tal vez aclarar las causas de su extinción.
Algunos de los cien