El USS Sampson, un destructor lanzamisiles de la Marina de EE.UU., se encuentra atracado en Amador, Ciudad de Panamá, en el lado Pacífico. Esta presencia se da en el contexto de un notable despliegue de buques estadounidenses en América Latina y el Caribe. Según la embajada de EE.UU. en Panamá, la llegada del USS Sampson es parte de operaciones "de rutina" del Comando Sur, encargado de coordinar las fuerzas militares estadounidenses en la región.
La misión del destructor incluye "intercambios en temas de seguridad", así como reabastecimiento, reparaciones y compra de provisiones. Un funcionario estadounidense indicó que los activos militares adicionales en la región están bajo el control del Comando Sur y se espera que apoyen sus operaciones durante los próximos meses.
A mediados de agosto, se reportó que un memorando del secretario de Defensa, Pete Hegseth, solicitaba "opciones militares creíbles" para asegurar el acceso sin restricciones de EE.UU. al Canal de Panamá. Este despliegue naval incluye varios buques de guerra, un submarino de propulsión nuclear no identificado y más de 4.000 infantes de Marina, con el objetivo de combatir el narcotráfico en la región.
La Autoridad del Canal de Panamá informó que, hasta el momento, el USS Sampson no tiene programada ninguna fecha para pasar por las esclusas del canal. El ministro de Seguridad de Panamá, Frank Ábrego, afirmó que el país no es parte del conflicto y espera que la situación se resuelva mediante negociaciones.
El despliegue de buques estadounidenses ha aumentado las tensiones entre Washington y Caracas. Esto se intensificó tras la duplicación de la recompensa por la captura del presidente venezolano Nicolás Maduro, a quien se le acusa de liderar una organización narcoterrorista, acusaciones que el gobierno venezolano ha rechazado.
Maduro calificó el despliegue naval de EE.UU. como "la mayor amenaza del siglo" y advirtió que respondería con "lucha armada" ante cualquier agresión. "Si Venezuela fuera agredida, pasaríamos inmediatamente al período de lucha armada en defensa del territorio nacional", declaró durante una conferencia de prensa. En respuesta, Maduro anunció el despliegue de milicianos en todo el país, asegurando que "ningún imperio va a tocar el suelo sagrado de Venezuela".