Caminar para tener agua en casa y poder bañarse, limpiar o lavar la ropa. Caminar para trasladarse de un lugar a otro por la falta de transporte público. Caminar para conseguir leña que usan para cocinar cuando se les acaba el gas de las bombonas. Caminar para seguir su formación escolar. Caminar, caminar y caminar…
¡Sí! En el Caserío El Limón, ubicado en la zona rural del municipio Juan Antonio Sotillo, una "ley de vida" es trasladarse a pie para poder subsistir.
Uno que otro habitante sí cuenta con vehículo para hacer sus diligencias y abastecerse de lo necesario para vivir, mientras que otros se amparan en los "mototaxistas" o simplemente se apoyan -para algunas cosas- en las llamadas "bestias", que son burros que utilizan para trasladar cargas pesadas.
"No tenemos transporte público